Marzo 17 del 2020 Queridos(as) hermanos y hermanas: En aras de cooperar con los esfuerzos locales, nacionales y globales para frenar la propagación del Coronavirus, se hace vigente desde ahora y hasta el 3 de abril del 2020, que suspendo todas las Misas públicas celebradas en los condados del norte de Nevada que comprenden la Diócesis de Reno. También se suspenden Otras liturgias, devociones, programas y actividades en los que participen más de diez personas. Esta es una decisión muy difícil de tomar dada la importancia de la Eucaristía para nuestra fe; sin embargo, después de una profusa oración y deliberación, lo hago por amor a nuestro prójimo y que además Jesucristo lo espera de nosotros y nuestro deber moral de salvaguardar la vida humana, especialmente de los vulnerables, y promover el bien común. Durante este período, las parroquias estarán abiertas para la oración privada en los momentos designados por los párrocos, teniendo debidamente en cuenta el distanciamiento social y los límites a las reuniones de no más de diez personas. La atención pastoral y la distribución de sacramentos esenciales para las necesidades inmediatas continuarán con las medidas apropiadas para salvaguardar la salud. La diócesis y las parroquias están analizando formas creativas, especialmente a través de las redes sociales, para mantenerse en contacto con nuestras comunidades y proporcionar el apoyo espiritual y óptimas oportunidades para la oración. Otro medio es la Misa de TV en KOLO por el canal 8 el domingo a las 9 a.m. Caridades Católicas del Norte de Nevada continuará brindando servicios esenciales a los necesitados. En la tradición de la Iglesia está la práctica de la "comunión espiritual", una oración a los santos y que se utilizaba en tiempos de guerra, desastres naturales, persecución y otras crisis cuando el acceso a la Eucaristía era difícil o imposible. Es una oración de deseo de estar unidos a Jesucristo, que surge de nuestra fe en que "Nada podrá separarnos jamás del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús" (Romanos 8: 38-39). Estamos en una crisis de salud sin precedentes y esta puede ser nuestra oración de comunión con Cristo. En esta Cuaresma podemos incorporar esta oración, y no solo pensar en nosotros mismos sino en nuestros hermanos y hermanas que, debido a la escasez de sacerdotes, no son tan bendecidos como nosotros con el acceso frecuente a la misa. Este es un momento para fortalecer nuestras oraciones, en particular para los afectados por el COVID 19, por el cese de la propagación de esta enfermedad, para los socorristas y los trabajadores de salud, para aquellos que trabajan para encontrar una vacuna contra este virus, y del uno para el otro. Cada uno de nosotros tiene la obligación moral de ayudar en los esfuerzos para frenar la propagación de este virus. Debido a que la trayectoria de esta crisis no es predecible, todas las disposiciones anteriores están sujetas a cambio. Sigamos orando al Señor en estos momentos de dificultad e imploremos la intercesión de la Santísima Virgen de Guadalupe. Ruego para que Dios los bendiga a cada uno de ustedes, Sinceramente Suyo en Cristo, Obispo Randolph R. Calvo Obispo de Reno